Por Mayra La Paz/PL.

El candidato de izquierda Gustavo Petro junto a su vicepresidenta la dama Francia Márquez, ha sido el más votado en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales colombianas este domingo con un 50,49 por ciento de votos, obteniendo una histórica victoria para la izquierda, que por primera vez logra acceder a la Casa de Nariño, sede de la Presidencia de Colombia.

Nos preguntamos si será posible para un gobierno de izquierda pueda hacer un gobierno diferente a los que ya tienen algunos países del hemisferio. Petro promete desarrollar el capitalismo, la modernidad, la democracia y pide ¨Nos amemos unos a otros¨. Sin embargo, felicitamos a los colombianos por su gran participación en esa fiesta de la democracia en América Latina, tras acudir a las urnas de forma cívica.

Gustavo Petro partía como principal favorito en estas elecciones desde el principio de la campaña. El candidato por el Pacto Histórico se presenta con una plataforma que se centra en un cambio radical del modelo económico de Colombia, alejándose del petróleo y el carbón.

Es la tercera vez que Petro, de 62 años, se presenta a unas elecciones presidenciales en Colombia, pero en esta ocasión ha sido el favorito.

El proyecto de Petro recoge en gran medida las demandas de las importantes protestas sociales que sacudieron las principales calles de Colombia entre 2019 y 2020 y que provocaron un revolcón político similar al vivido en países como Chile, Ecuador o Perú.

El descontento se ha plasmado en un programa denominado ‘Colombia, potencia mundial de vida’ que recoge puntos clave como la reforma agraria o de las fuerzas de seguridad, así como el cumplimiento de los acuerdos de paz que se firmaron con la desaparecida guerrilla de las FARC en 2016 y que desde entonces han sido despreciados por el Gobierno del todavía presidente, Iván Duque.

El Pacto Histórico también ha prometido avanzar hacia la «desmilitarización de la vida social» y el desmantelamiento del polémico Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), objetivo de las críticas tanto fuera como dentro del país por su papel en la represión de las protestas de 2019 y 2020.

Aplicar íntegramente los acuerdos de paz, proteger a los líderes sociales y campesinos de la violencia de los grupos armados, eliminar los fueros militares y fiscalizar los procesos de investigación que afectan a los crímenes cometidos por el Ejército y la posibilidad de iniciar un diálogo con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) son otras de las propuestas presentadas por Petro.